- ¿Se podría decir que responden a un plan establecido de antemano por el poeta? ¿Crees en la obra total o, como hubiera dicho León Felipe, dejas que el viento la lleve adonde quiera?
- No, en absoluto; estos dos primeros libros son producto, como sus propios títulos indican, del tiempo y del espacio. Si estoy en condiciones de adelantar que mi próximo libro, de pronta aparición, Vivir, sin más motivo, responde en cambio a una refundición del tiempo y el espacio, encuadrándose con mucha más propiedad dentro de la obra total y pensada.
- Me llamó la atención que, en cierto modo, el protagonismo de tu primer libro recayera sobre el tiempo y el del segundo sobre el espacio, ¿es casualidad?
- No, no es casualidad. Son dimensiones engañosas, relativas por tanto, y de difícil explicación fuera de nuestro planeta y de nuestra mente analítica e inquisitiva. Los animales, por ejemplo, no tienen esta capacidad, y en el espacio exterior no existen el tiempo y el espacio como tal.
- Sin embargo, uno y otro parecen interactuar en los dos libros…
- Necesariamente ha de ser así por su propia mecánica.